miércoles, 6 de octubre de 2010

El A, B, C, D, de la información virtual

Información o “memoria del conocimiento”
El comentario que deseo compartir con quien lea este espacio, es la reflexión de quien jamás ha tenido la pretensión, ni el deseo de escribir nada que puede quedar como testimonio de experiencias, conocimiento, o lo que sea que inspire a quienes escriben y editan libros, artículos, etc.
Pero bueno, ya inicie esto como parte de una actividad y se tiene que terminar de la mejor manera posible.
¿Por qué este título y subtítulo para un comentario de aprendizaje virtual? Por una sencilla razón: creo que como seres humanos deseamos trascender, perpetuarnos o permanecer, de igual manera deseamos que logros obtenidos no se pierdan, las experiencias ayuden a otros, los conocimientos y todo aquello que contribuya a darle sentido a lo que somos y hacemos quede en el tiempo para los demás y este deseo lo cristalizamos a través de la memoria y lo transmitimos primero, como humanidad, de manera oral, con narraciones, gestos, enseñanzas, es lo que podría llamar al A de memoria del conocimiento guardado como información en nuestra cabeza.
Después aprendimos a plasmar letras y con ellas palabras y ¡Oh maravilla! aparecía la escritura y dejamos en piedras , tablas, papiros y pergaminos lo que íbamos acumulando, transmitiendo, pero no todos escribían, ni todos leían, solo unos cuantos, los menos, sin embargo se conservaba en las grandes bibliotecas, como la de Alejandría esa información para que otros al tener acceso a ella la transformaran en conocimiento, pasando y volviendo a pasar los escritos para que no se perdieran aunque quienes lo hicieran poco o nada pudieran lele y comprender de lo que transcribían, así se hizo en lugares como los monasterios de la Europa medieval (al menos en occidente), lo importante era no perder esa valiosa información:
“Tal como apareció ante mis ojos, a aquella hora de la tarde, me pareció una alegre fábrica de saber… Los sitios mejor iluminados estaban reservados para los anticuarios, los miniaturistas más expertos, los rubricantes y los copistas... Otros, en cambio, sólo leían libros y tomaban notas en cuadernos o tablillas personales.”
“Me impresiono la calma y la serenidad con estaban entregados a sus tareas,…ocupándose con amor de sus pergaminos y sus tintas, y han seguido leyendo en voz baja unas palabras transmitidas a través de los siglos, y que ellos transmitirían a los siglos venideros.”
Umberto Eco, El nombre de la rosa (1988)
Estamos en el B de la memoria del conocimiento y por supuesto en la información escrita
Gracias a Gutenberg, quien alrededor de 1440, dio a conocer al mundo la imprenta (tecnología de punta), se inicio al era de la impresión en serie, claro pasarían algunos años para que muchos pudiéramos acceder a este material a través de libros y revistas, información a la mano, pero conocimiento, no siempre, información para todos aún cuando no todos la puedan leer (todavía tenemos gente que nos sabe leer), pero conocimiento ¿cuándo la información es conocimiento como deseo realizado de esa trascendencia, permanencia intención de lo mejor que una generación puede dar a otra?
En fin, estamos en el C de la memoria del conocimiento (yo pertenezco a este apartado) y de mucha, mucha información de todo tipo, libros, revistas, folletos, novelas, etc., etc., etc.,…
Hoy vivimos el D, de la memoria del conocimiento con la tecnología que nos permite acceder a la información virtual: una computadora, un poco de electricidad o de batería, satélites para captar señales, unos cuantos tecleos y ¡guau! Se despliegan pantallas y pantalla llenas de información: excelente información, buena información, mala información y pésima información, como en todo tiempo desde el A hasta el D.
Sí la tecnología es valiosa y muy valiosa, la información está ahí aunque desafortunadamente no para todos y definitivamente hay que saber conocerla para discriminar (en el sentido positivo de bueno- mejor ), analizar y reflexionar, aprovechara de la mejor manera este tesoro. Este es el proceso de aprendizaje que debemos realizar, para uno mismo primero y para los demás después; llevar a las personas a aprender el buen uso de lo que hoy se nos ofrece para que entonces sí, todo este mundo de virtualidad se convierta en esa memoria de conocimiento y no en ese estanquillo computarizado de historias o de información llenas de palabras, que si bien no nos siempre hacen daño tampoco nos ayudan a ser mejores como personas, ni como sociedad ni como generación. Si se logra realizar esa tarea bienvenido el mundo digital, la información y el aprendizaje virtual.
Pero esto es solo una opinión, un comentario como se lo expresaría a un compañero o compañera de banca en un salón de clase, cuándo se nos pide responder ser responde a la pregunta ¿Y tú qué opinas….?

1 comentario:

Nohemi Hernández Vázquez dijo...

creo que estmos en la misma sintonia pues pensamos que al informacion que los hombres resgurdan es tal vez para no perder su esencia, pues sabemos que nuestra naturaleza es vulnerable, y por eso tratamos de hacer permanente nuestro paso por el mundo y poseer parte de lo que dejaron nuestros antepasados, grandeza y miseria humana reflejada en todo lo que es parte de nosotros como la tecnologìa y el uso que hacemos de ella.