viernes, 15 de octubre de 2010

Había una vez.(Actividad 1)

Constantemente me encuentro maravillada por los grandes avances tecnológicos de los cuales he podido ser espectadora a lo largo de mi vida.
Puedo “presumir” con orgullo que conocí los LP de 33 y 45 revoluciones, los casetes, los cd´s y ahora conozco los reproductores mp3 y sus sucesores. En cuanto a computadoras, recuerdo bien la primera que vi, una poderosa 286 con monitor monocromático y lector de disquetes de 3½ y 5¼ pulgadas en donde se podía programar en lenguaje Basic. ¿Basic? ¿Monocromático? ¿Disquetes? Y no solo eso, sino que Windows cabía en aproximadamente 30 disquetes, además de necesitar de DOS para poder ejecutarse y los discos duros ni de chiste tenían la capacidad de las memorias USB que hoy se utilizan.
Como podrá pensarse, las tecnologías utilizadas en la educación comprendían un pizarrón, gises blancos y de colores, borrador, láminas y cuando teníamos un maestro “pudiente” podríamos observar diapositivas.
Cambio rotundo con las tecnologías que pueden utilizarse hoy en día: salones audiovisuales, teleconferencias, acceso a internet en colegios y universidades, salas de cómputo, clases virtuales y más opciones. Estas nuevas tecnologías han abierto la puerta a nuevas experiencias en el campo educativo, poniendo al alcance de la mano un sinfín de opciones e información que hasta hace unos años era imposible siquiera pensar. Podemos comparar el alcance de estas nuevas tecnologías con los granos de arena del mar, tan infinitos que sería imposible contarlos, así las Tecnologías hoy presentes en nuestra vida tienen tan variadas aplicaciones y alcances como los usuarios deseen.
Muchos, muchos cambios se han originado durante los últimos años, así como las tecnologías evolucionan y producen cambios en nuestra vida, también deben cambiar las opciones en la manera de educar utilizando estas nuevas herramientas que pueden ofrecernos un océano de alternativas.
¡Ah! Por cierto, no soy tan grande de edad como se podría imaginar (después de leer estas líneas). Sí, he visto muchos cambios, avances, revoluciones y estoy segura que veré más (afortunada soy en realidad), solo tengo 33 años. Muchos cambios en pocos años… y los que me esperan.

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